Mirándose una mañana en un espejo de agua una mujer insegura se preguntó si era bonita. Como soplara la brisa y el agua se estremeciera, la mujer lo interpretó como un no rotundo. Entonces se preguntó si vivir valía la pena. Como cayera la lluvia y las gotas la salpicaran, supuso que eso había sido un no piadoso. Entonces se preparó para el suicidio. Como llegara la noche y la penumbra desvaneciera aquel espejo de agua, la mujer se serenó. Al rato salió la luna, y como estaba en creciente, lo entendió como una burla y se mató.
CuentosdeBCRamos. (De Ligeras Historias)
Fotografía: Mauricio Ramírez.Palolem, Goa, India.
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