viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz año 2011!

De Borges. Final del año.

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

De Gustavo Tatis Guerra. Niño iraquí viendo la soledad del agua.

Ahora
no tengo otra compañía
que la soledad del agua
busco entre los muros
la sombra del abuelo que abre una puerta
y la luz dorada me invade la cara
pero ya no está él
ni la casa donde jugábamos
ni la calle donde nos sentábamos
a ver llegar el invierno.

¿Adónde fueron las estrellas que vimos
juntos en las noches más solas
cuando aún no habían
bombardeado el cielo?
Fotografía: Estragos del invierno en las poblaciones del Atlántico, Colombia.

jueves, 30 de diciembre de 2010

DE LO QUE HABLA

TOMANDO SOL
Proyecto piloto para la conservación del Crocodylus Acutus con comunidades locales en los manglares de la bahía de Cispatá, Córdoba, Colombia, por parte de la CVS (Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y el San Jorge)

domingo, 26 de diciembre de 2010

De Alejandra Pizarnik. La Carencia.

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

viernes, 24 de diciembre de 2010

De Bertha C. Ramos. El Infeliz.

La navidad fue penosa para Reginaldo Aduén porque abrió por un ladito ese regalo que su esposa le había puesto bajo el árbol y descubrió que nuevamente se trataba de una camisa verde. Ese año Reginaldo decidió que no abriría su aguinaldo en Nochebuena porque ya estaba cansado de escuchar ¡adivinen el regalo del tío Regi! y un coro que respondía burlonamente ¡camisas verdes! Pero tenía la esperanza de que ella hubiera sabido de su deseo de recibir la chumacera niquelada para el bote que pensaba construir. Por eso bajó temprano a buscarla bajo el árbol, cuando aún en La torre de Pompeya no se oían los pajaritos y su esposa descansaba después de haber trabajado  hasta medianoche. Reginaldo regresó a la habitación con ganas de apuñalarla, pero ella estaba dormida y sonreía serenamente porque se acostó pensando en que por fin había aprendido a cortar las camisas verdes que se veían tan bonitas en el cuerpo de su Regi. Él se apresuró a salir a comprarle un abrelatas cuando el sol ya entibiaba  los nidos de los mochuelos. 
cuentosdeBCRamos. De La Torre de Pompeya

NAVIDAD

jueves, 23 de diciembre de 2010

De Ryokan. La Vía de Buda

Ésta es la Vía que él tomó
  para huir del mundo;
ésta es la Vía que él tomó
  para regresar al mundo.
También yo voy y vengo
  por esta Vía,
que establece un puente
  entre la vida y la muerte
y va más allá de toda ilusión.
Fotografía: Mauricio Ramírez, Coorg, India.

De Mario Benedetti. Ruidos secundarios.

Me hago el honor de resignarme
sólo esta noche
como descanso
mañana temprano abriré los ojos
seré otra vez valiente y ordinario
rebelde con las manos en los bolsillos
eterno con la muerte en el ojal
sólo esta noche en que no hay luna
creerme que voy
creerme que vengo
creer que mi corazón ya no podrá jamás
aumentar de tamaño y de nostalgias
sólo esta noche
por favor
por piedad
sentirme vencido
humilde
devastado
hecho y deshecho con deshechos de Dios
puesto a soñar sin vistobueno
dado a mentir sin esperanza
pero sabiendo que se trata
sólo de esta noche estéril y única
mañana a las siete abriré los ojos
y otra vez pondré el hombro sin quejarme
y escucharé el estruendo universal
sin que me engañen ruidos secundarios.

lunes, 20 de diciembre de 2010

De Eduardo Galeano. La desmemoria/1

Estoy leyendo una novela de Louise Erdrich.
A cierta altura, un bisabuelo encuentra a su bisnieto.
El bisabuelo está completamente chocho (sus pensamientos tienen el color del agua) y sonríe con la misma beatífica sonrisa de su bisnieto recién nacido. El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria.
He aquí, pienso, la felicidad perfecta. Yo no la quiero.

domingo, 19 de diciembre de 2010

POESÍA VISUAL

Nel Amaro Fernández. Poema exacto.

A reinventarse. Por Bertha C Ramos.

A REINVENTARSE
Por Bertha C Ramos.
Si no fuera porque los libros certifican su preexistencia, uno podría asegurar que Juan Gustavo Cobo Borda estaba berraco viendo pasar millones de litros de agua desbocada por el inmenso boquete que se abrió en el Canal del Dique, cuando escribió: País mal hecho/ cuya única tradición/ son los errores./ Quedan anécdotas/ chistes de café,/ caspa y babas./ Hombres que van al cine,/ solos./ Mugre y parsimonia.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Ester de Izaguirre. Infancia.

Hubo un país de cunas y presagios
de guardapolvo blanco y navidades,
de reyes distraídos y cumpleaños fugaces
de estrenos de zapatos y verdades.
Un tiempo en el que el tiempo me sobraba
y sobraban la luz y las palabras.
Yo no crecí, se fue achicando el mundo.
Yo no callé,
se impusieron los cantos y pregones.
No envejecí,
la vida se me espeja en la mirada.
No soñaba,
había una realidad para los otros.
Sin embargo, seré la que mañana
ya no crezca ni calle, ni envejezca ni ame,
y aún así, esencial y despojada,
en un día como hoy de primavera
mi sombra irá buscando todavía
aquel país en el que estuve entera.

viernes, 17 de diciembre de 2010

De Roberto Juarroz. Séptima poesía vertical.

54
La ventaja de los hombres planos
es que pueden vivir en casas planas
y pensar pensamientos planos,
que caben entre las hojas de los libros.

No necesitan pasos en la noche
ni ramas en los árboles.
No necesitan muchas habitaciones,
ni templos, ni caricias, ni candados.

Los hombres planos tapan las miradas
con tapones de corcho.
Y en sus casas no puede entrar la muerte
porque no encuentra espacio.

Los hombres planos siempre nos despistan,
aunque no tengan sombra.
La luna les va tejiendo corazones
y el tiempo les va tejiendo resultados.

Si les falta un candil, siempre arde alguna vela.
Si les falta la voz, el viento los disfraza.
Y les basta un perfil para ubicarse,
mientras llega su noche sin relieves.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

De Eduardo Galeano. La cultura del terror 7

El colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser.

De János Pilinszky. 14 de octubre de 1970

Lloré. Se volvió húmeda mi espalda,
arrugada mi ropa, se hizo magra mi mano.
Yo quería una piel sobre mis miembros,
que al abrazar tuvieras
lo que busca un abrazo verdadero:
la entrega de una fiera.

sábado, 11 de diciembre de 2010

De Gustavo Tatis Guerra. Wayúus.


WAYÚUS
Hay un lugar del desierto donde conversamos con los muertos. Es el Cabo de la Vela. El mar arrastra las voces de nuestros muertos y no hay secreto que no conozca la tierra. Ante ella nos inclinamos desde el amanecer y escuchamos sus confidencias. Los pastores del desierto llaman a silbos a sus cabras perdidas y miran el reloj en las sombras del sol en los cardones. Aferramos el bastón sobre la piel dura y maliciosa de la tierra y buscamos que ella nos regale la palabra precisa que multiplique el perdón entre los parientes en disputa de la tribu. Ella es la intermediaria ancestral y solícita de nuestro corazón. Las palabras ascienden a flor de alma como un fruto madurado al pie del agua. Es así como nacen los abrazos en la tribu. 
A Weildler Guerra Curvelo.
Fotografía: Bertha C Ramos. Camarones, guajira colombiana.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

De Roberto Juarroz. Duodécima Poesía vertical .

15
Buscar una cosa
es siempre encontrar otra.
Así, para hallar algo,
hay que buscar lo que no es.

Buscar al pájaro para encontrar a la rosa,
buscar al amor para hallar el exilio,
buscar la nada para descubrir un hombre,
ir hacia atrás para ir hacia adelante.

La clave del camino,
más que en sus bifurcaciones,
su sospechoso comienzo
o su dudoso final,
está en el cáustico humor
de su doble sentido.

Siempre se llega,
pero a otra parte.

Todo pasa.
Pero a la inversa.

martes, 7 de diciembre de 2010

De Lazlo Kálnoky. Para un método de trabajo.

1
Ensambla una con otra las palabras
con el cuidado de quien habla
movido apenas por su propia ausencia,
con tanta precisión, con tanto esmero
como pone la muerte en el proyecto
de las arrugas que tras décadas
habrá en las caras de los jóvenes.
2
Contempla los fenómenos
como ve, con los ojos sin vendar,
las plantas y los árboles el preso
el momento anterior a la descarga.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Maldiciones. Por Bertha C Ramos.

MALDICIONES
Por Bertha C Ramos.
Cuenta la leyenda que Bladud, príncipe celta y quien a la postre sería el padre del rey  Lear inmortalizado por Shakespeare, se curó de la lepra revolcándose en barro caliente cerca del río Avon, en Inglaterra. Y agradecido por su curación, fundó la ciudad de Bath en homenaje a la diosa Sulis. Eso cuenta la leyenda. Lo cierto es que

POESÍA VISUAL

De Edu Barbero. Corazón anarco.

DE LO QUE HABLA

Dormíamos cuando no teníamos sueño. Comíamos cuando no teníamos hambre.
Calculábamos las horas con el relojito de mano que nos regalaron el día de nuestro santo, olvidando el reloj del jardín que señala todo un verano.
Ahora queremos poner el relojito de acuerdo con nuestro pulso, viendo la hora que señalan las manecillas de las sombras, arriba, en el tablero verdidorado de la hierba.
Aún hay tiempo de cortar amapolas para que nuestras manos no envejezcan en el claustro de los libros.
Yannis Ritsos.
Fotografía: Niña nepalí, Mauricio Ramírez.

viernes, 3 de diciembre de 2010

MUSAS. Bertha C. Ramos.

Nuestra vecina tenía por costumbre de hacer crucigramas y limpiarse las uñas de los pies al mismo tiempo. Palabras, uñas, palabras, uñas, palabras, uñas, y las respuestas fluían espontáneamente. Alguna vez probó a cambiar de táctica y quiso resolver los crucigramas consultando el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Fue un intento infructuoso. Las uñas de sus pies parecían poseer una recóndita memoria.
cuentosdeBCRamos. 

TRASTEO. Bertha C. Ramos.


Para que nadie los viera unos pobres se mudaron a la Torre de Pompeya un jueves santo a medianoche, y un ateo que se estaba masturbando en el balcón no pudo evitar mirarlos mientras arrastraban cajas bajo el halo fluorescente de la luna. Por la mañana el ateo fue a la tienda, y dijo que ese trasteo no traía ni colchones ortopédicos, ni aparatos electrónicos, ni lamparitas de pie, ni cuadros enguacalados, aunque no dio más detalles. Los pobres el primer día se encerraron en la casa, y el ateo buscó la forma de acercarse llevándoles una torta de alcachofas. Los pobres se la comieron, aunque les supo a forraje y se les hizo un pegote en la garganta y se vieron obligados tragársela con agua. Sin embargo, agradecieron el detalle del vecino con apretones de mano y una matica de anturio cultivada en una lata de sardinas. El ateo juró por Dios que tenían las palmas toscas y todos olían a humo y a vinagre, aunque no dio más detalles. Los pobres fueron a misa el domingo de resurrección y comulgaron; por la tarde caminaron por el parque montándose en los columpios y elogiando los colores de las hojas de los sauces, admirados de la forma en que la gente se asolea con los últimos brillitos del poniente en esos barrios del norte. El ateo estuvo encerrado esperando a que la luna apareciera para salir al balcón y comenzar a masturbarse.
cuentosdeBCRamos.

sábado, 27 de noviembre de 2010

De Monique Facuseh.

XXIV
Lo he podido todo.
He apostado a mi sombra.
He sido el tramposo y la trampa.
He estado en la vida sin manual.
He vulnerado al maestro.
Me he reído de la muerte
y también he creado
el arma que me dobla.
Del libro Lianas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

De Roberto Juarroz. Duodécima Poesía vertical .

3
Periódicamente,
es necesario pasar lista a las cosas,
comprobar otra vez su presencia.
Hay que saber
si todavía están allí los árboles,
si los pájaros y las flores
continúan su torneo inverosímil,
si las claridades escondidas
siguen suministrando la raíz de la luz,
si los vecinos del hombre
se acuerdan aún del hombre,
si dios ha cedido
su espacio a un reemplazante,
si tu nombre es tu nombre
o es ya el mío,
si el hombre completó su aprendizaje
de verse desde afuera.

Y al pasar lista
es preciso evitar un engaño:
ninguna cosa puede nombrar a otra.
Nada debe reemplazar a lo ausente.

De Liliana Celiz.

de grandes cataratas de agua caídas por los cielos tristes, a montones (en el
fragor del agua que caía allá en el fondo, a lo largo de pezones tersos) hacia
el río consumado de los cuerpos amarillos por el nácar de las sombras del revés
del viento (árboles cayendo como mantos en el viento en el paisaje del origen,
en el fondo de los tiempos) como espumas en el aire en la caída añosa de los
árboles, al centro

"pues si esas ráfagas, esas kilométricas y brillantes manchas de lágrimas
no son cataratas aún" las nubes en la tierra lo serán, apiñación de tierra
con el aire celestial de llamas de los hombres encallados, mutilación de
llamas encrespadas hacia el ancho de veredas cósmicas (ancho de veredas
entre llamas, llamaradas) el balcón de los guijarros nieva fieras del revés
de nuestras aguas tersas al montón de origen derramado (en el montón
de oleaje del revés)
De la poesía inédita de Liliana Celiz, poeta argentina.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

De Borges. Alguien.

Un hombre trabajado por el tiempo,
un hombre que ni siquiera espera la muerte
(las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur
de ser el primer inmortal),
un hombre que ha aprendido a agradecer
las modestas limosnas de los días:
el sueño, la rutina, el sabor del agua,
una no sospechada etimología,
un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años
que hoy puede recordarla sin amargura,
un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido,
un hombre que ha sido desleal
y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle,
una misteriosa felicidad
que no viene del lado de la esperanza
sino de una antigua inocencia,
de su propia raíz o de un dios disperso.

Sabe que no debe mirarla de cerca,
porque hay razones más terribles que tigres
que le demostrarán su obligación
de ser un desdichado,
pero humildemente recibe
esa felicidad, esa ráfaga.

Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo,
esa indescifrable raíz,
de la cual para siempre crecerá,
ecuánime o atroz,
nuestro solitario cielo o infierno.

martes, 23 de noviembre de 2010

De Harold Alvarado Tenorio. Como en un campo de cáñamo.

Como en un campo de cáñamo
Uno a otro tallo se apoyan
En la mañana
Uno a otro se oprimen
Entrada la noche.

domingo, 21 de noviembre de 2010

De Yannis Ritsos. El segundo bautizo.


Las palabras humildes se bautizan
en la amargura y el llanto,
echan alas y vuelan:
son como pájaros que trinan.

Y esa palabra secreta,
la palabra de la libertad,
en vez de alas lanza una estocada
que rasga los aires.

viernes, 19 de noviembre de 2010

De Andrea Cote. Miedo.

Madre,
recógeme el sonido de la lluvia en el tejado del abuelo
cuéntame de las noches en que descubrí la sed por los acantilados
y de cómo desprendiste el fuego de la luz
para permitirnos el encuentro con nuestros primeros demonios.
Recuerda nuestra estancia eterna en los rincones de la casa
cuando aún llovían tardes grises en la arena
y la lluvia mohosa venía con abril
y todavía no tenía miedo.
Fotografía: Mauricio Ramírez. Vietnam.

De Gustavo Tatis Guerra. En la tarde el abuelo wayúu aconseja a su nieto.

No hacemos cruces en la tierra.
No tenemos fronteras en nuestro espíritu.
Las líneas de viento
las traza una cabra perdida en el desierto
y el silbo del niño que la llama
con una semilla redonda
que despierta
al arco iris.

De José Emilio Pacheco. Pompeya.

La tempestad de fuego nos sorprendió en el acto
De la fornicación.
No fuimos muertos por el río de la lava.
Nos ahogaron los gases. La ceniza
Se convirtió en sudario. Nuestros cuerpos
Continuaron unidos en la piedra:
Petrificado espasmo interminable.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

DE LO QUE HABLA. Colombia: El palabrero wayuu.

La Unesco declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la figura del Palabrero y del sistema normativo wayuu.
Nelson Uriana. Fotografía tomada del especial para el periódico El Tiempo hecho por Paola Benjumea Brito.
La palabra de Juan Sierra, palabrero wayuu. De Alberto Salcedo R.

lunes, 15 de noviembre de 2010

DE LO QUE HABLA

Honda belleza:
la hojarasca cubriendo
a varios Budas.
Soguetsu-ni
Fotografía: Juliana Palencia. París.

DE LO QUE HABLA

Fotografía: Juliana Palencia, Paris.

De Omar Kheyyam.

239
Imagínate el mundo ordenado a tu gusto.
Supón que has terminado de leer ya la carta,
que has gozado cien años a tu antojo, y que puedes
vivir cien años más del mismo modo. ¿Y luego?
Omar Kheyyam. De Rubaiyat.

sábado, 13 de noviembre de 2010

De Gianni Siccardi. Se va noviembre.

Desaparecen noviembre y tantas cosas.
He bebido en tu boca
el llanto y el tormento.
Me he perdido
en el enjambre de tu nombre.
He tambaleado
en el relámpago de tu mirada.
He despertado
junto al abismo de nuestra juventud.
           
Pero se van noviembre y tantas cosas.
Se va el jardín, el viento, las palabras,
se van tus ojos y tu nombre.
Y para siempre se va el mundo.
           
Llegan las sombras
la distancia
llega la ausencia
llega el torrente del silencio
mientras se va noviembre.

lunes, 8 de noviembre de 2010

De Roberto Juarroz. Duodécima Poesía vertical .

13
Hay un momento
en que uno se libera de su biografía
y abandona entonces esa sombra agobiante,
esa simulación que es el pasado.

Ya no hay que servir más
la angosta fórmula de uno mismo,
ni seguir ensayando sus conquistas,
ni plañir en las bifurcaciones.

Abandonar la propia biografía
y no reconocer los propios datos,
es aliviar la carga para el viaje.

Y es como colgar en la pared un marco vacío
para que ningún paisaje se agote al fijarse.

domingo, 7 de noviembre de 2010

DE LO QUE HABLA

La Decadencia es la pérdida total de la inconsciencia; porque la inconsciencia es el fundamento de la vida. El corazón, si pudiese pensar, se pararía.
 Fernando Pessoa. De El libro del desasosiego.
Fotografía: Juliana Palencia. República Checa.

De Ester de Izaguirre.

Cuando muera esta mano
que puede anotar fechas,
una libreta opaca
persistirá asombrada en mi escritorio.
Como un perro extraviado
sin el amo del tiempo,
como el inútil canto de victoria
desde un pueblo sitiado.


Fotografía: Juliana Palencia. República Checa.

jueves, 4 de noviembre de 2010

De Bertha C. Ramos. CONVENCIMIENTO.

CONVENCIMIENTO
A Claudia sólo le gustan los hombres grandes. Los que tienen todo grande. Grandes ojos problemáticos, grandes manos exploradoras, grandes pies de grandes pasos que dejan grandes erosiones. Por su vida y por su cama han pasado algunos cuantos. El último, que ha permanecido en ambas largo tiempo, tiene además un gran corazón. Claudia, que parece un alfilercito y se expresa mínimamente, como elaborando haikus, se le acerca en la cama y él le sube una pierna grande y luego otra, después un brazo mayúsculo y luego otro, y ella se queda en el centro con su ínfima cabecita de alfiler recostada sobre el pecho escuchando los latidos de su enorme corazón. Claudia siempre ha dicho que las mujeres felices son las que pueden perderse en el cuerpo de un hombre grande, así que, por complacerla, el hombre se esfuerza por agrandarse cada vez más, sin embargo, por extraño que parezca, Claudia es cada vez más infeliz.

cuentosdeBCRamos. Del libro Palabras Pesadas.
Egon Schiele. Seated-couple-egon-and-edith-schiele

DE LO QUE HABLA

Nombras el árbol, niña. 
Y el árbol crece, lento y pleno, 
anegando los aires, 
verde deslumbramiento, 
hasta volvernos verde la mirada. 
Octavio Paz.
Fotografía: Anamaría Ramón

De Darío Jaramillo Agudelo. De la nostalgia.

Vana memoria que no puede traerte desde lejos,
que no te vuelve carne, risa gentil o canto.
Vana memoria mía incapaz de abrazar lo más mío,
incapaz de acariciar tu piel distante,
vana y obsesiva memoria que sólo alcanza a repetirme por quién vivo,
que respiro por este amor invulnerable y sin rutinas.
También ausente eres mi presencia más cálida,
mi más pura nostalgia.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

De Roberto Juarroz. No tenemos un lenguaje.

No tenemos un lenguaje para los finales,
para la caída del amor,
para los concentrados laberintos de la agonía,
para el amordazado escándalo
de los hundimientos irrevocables.
¿Cómo decirle a quien nos abandona
o a quien abandonamos
que agregar otra ausencia a la ausencia
es ahogar todos los nombres
y levantar un muro
alrededor de cada imagen?
¿Cómo hacer señas a quien muere,
cuando todos los gestos se han secado,
las distancias se confunden en un caos imprevisto,
las proximidades se derrumban como pájaros enfermos
y el tallo del dolor
se quiebra como lanzadera
de un telar descompuesto?
¿O cómo hablarse cada uno a sí mismo
cuando nada, cuando nadie ya habla,
cuando las estrellas y los rostros son secreciones neutras
de un mundo que ha perdido
su memoria de un mundo?
Quizá un lenguaje para los finales
exija la total abolición de los otros lenguajes,
la imperturbable síntesis
de las tierras arrasadas.
O tal vez crear un habla de intersticios,
que reúna los mínimos espacios
entreverados entre el silencio y la palabra
y las ignotas partículas sin codicia
que sólo ahí promulgan
la equivalencia última
del abandono y el encuentro.

lunes, 1 de noviembre de 2010

De Mario Benedetti. Monstruos.

Qué vergüenza
carezco de monstruos interiores
no fumo en pipa frente al horizonte
en todo caso creo que mis huesos
son importantes para mí y mi sombra
los sábados de noche me lleno de coraje
mi nariz qué vergüenza no es como la de Goethe
no puedo arrepentirme de mi melancolía
y olvido casi siempre que el suicidio es gratuito
qué vergüenza me encantan las mujeres
sobre todo si son consecuentes y flacas
y no confunden sed con paroxismo
qué vergüenza diosmío no me gusta Ionesco
sin embargo estoy falto de monstruos interiores
quisiera prometer como Dios manda
y vacilar como la gente en prosa
qué vergüenza en las tardes qué vergüenza
en las tardes más oscuras de invierno
me gusta acomodarme en la ventana
ver cómo la llovizna corre a mis acreedores
y ponerme a esperar o quizás a esperarte
tal como si la muerte fuera una falsa alarma.

Alexei von Jawlensky (Russian, 1864–1941)
Retrato del bailarín Alexander Sacharoff9

domingo, 31 de octubre de 2010

De Meira del mar. De Paso.


No es el tiempo
el que pasa.
Eres tú 
que te alejas
apresuradamente 
hacia la sombra, 
y vas dejando caer, 
como el que se despoja 
de sus bienes, 
todo aquello que amaste, 
las horas
que te hicieron la dicha, 
amigos 
en quienes hubo un día 
refugio tu tristeza, 
sueños 
inacabados. 
Al final, casi 
vacías las manos, 
te preguntas 
en qué momento 
se te fue la vida, 
se te sigue yendo, 
como un hilo de agua 
entre los dedos.

Haiku. De Bashô.

La rama seca
con un cuervo posado.
Tarde de otoño.

sábado, 30 de octubre de 2010

De Ryokan.

El viento se ha aquietado,
los capullos se han caído.
Cantan los pájaros,
se oscurecen las montañas.
Ésta es la maravillosa fuerza
del budismo.
Ryokan. De Gotas de rocío sobre una hoja de loto.

viernes, 29 de octubre de 2010

De László Kálnoky. Memoria de mi carrera.



No imaginé que todos mis caminos
estuvieran trazados y medidos,
y que un querer ajeno resolviera
todo el temblor de líneas de mi rostro,
que tenga que saltar a cada latigazo
al ver los aros incendiados,
y sin pausa girar sobre la arena,
yo, un animal indomeñable.


De El Reverso de la Luz.
Egon Schiele,Self-portrait with arm twisted above head (1910), 

De Octavio Paz. Silencio

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

jueves, 28 de octubre de 2010

Haiku. De Issa.









En las tinieblas
lo que ronda mis ojos
es su sonrisa.
                     Issa.






Fotografía: "Camila" Mauricio Ramírez

martes, 26 de octubre de 2010

De Julio Cortázar. Conservación de los recuerdos.

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: “Excursión a Quilmes” o “Frank Sinatra”.

Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

Cortázar, De Historias de Cronopios y de Famas.
James Ensor, Intriga.
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