jueves, 29 de julio de 2010

De Blanca Varela. Ymis ojos, fijos, sin nombre.

No he buscado.
Por costumbre si escucho el canto de un pájaro
digo (a nadie) ¡vaya: un pájaro!
O digo ¿de qué color era?
Y el color no tiene en realidad importancia,
sino el espacio en que una inmensa flor sin nombre se mueve,
el espacio lleno de un esplendor sin nombre,
y mis ojos, fijos, sin nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...