sábado, 21 de agosto de 2010

De Louise Glück. Cuando los tulipanes precoces empiezan a brotar.

Yo quería quedarme como estaba 
quieta, a diferencia del mundo,
no en medio del verano sino en la fase previa
al brote de la primera flor, el momento
 
en que nada es pasado aún —
no en medio del verano, intoxicante,
sino a fines de la primavera, cuando el césped no es alto todavía
al borde del jardín, cuando los tulipanes precoces
empiezan a brotar —
como un niño que ronda un umbral, observando a los demás,
los que entran primero,
tensa fusión de brazos, atento a los
fracasos ajenos, las vacilaciones ajenas
con la brutal confianza infantil de un inminente poder
preparándose para vencer
esas flaquezas, para sucumbir
a la nada, el tiempo directamente
previo a la floración, la época de la maestría
antes de la aparición del don,
antes de la posesión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...