No puede el hombre hacerse sin peligro
monumento de piedra y policía.
Y así pasó con él, con este grande
que comenzó a crecerse por decreto.
Y cuando poco a poco se hizo témpano,
fue congelando su alma enrarecida
por la impecable soledad del frío
y así aquel ingeniero del amor
construyó el pabellón de la desdicha.
Beria y los desalmados bandoleros
lo crearon a él o él los creó?
Pablo Neruda, del Memorial de Isla Negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario