jueves, 4 de noviembre de 2010

De Bertha C. Ramos. CONVENCIMIENTO.

CONVENCIMIENTO
A Claudia sólo le gustan los hombres grandes. Los que tienen todo grande. Grandes ojos problemáticos, grandes manos exploradoras, grandes pies de grandes pasos que dejan grandes erosiones. Por su vida y por su cama han pasado algunos cuantos. El último, que ha permanecido en ambas largo tiempo, tiene además un gran corazón. Claudia, que parece un alfilercito y se expresa mínimamente, como elaborando haikus, se le acerca en la cama y él le sube una pierna grande y luego otra, después un brazo mayúsculo y luego otro, y ella se queda en el centro con su ínfima cabecita de alfiler recostada sobre el pecho escuchando los latidos de su enorme corazón. Claudia siempre ha dicho que las mujeres felices son las que pueden perderse en el cuerpo de un hombre grande, así que, por complacerla, el hombre se esfuerza por agrandarse cada vez más, sin embargo, por extraño que parezca, Claudia es cada vez más infeliz.

cuentosdeBCRamos. Del libro Palabras Pesadas.
Egon Schiele. Seated-couple-egon-and-edith-schiele

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