Cierto domingo de
octubre Mujer Hembra se levantó muy seductora. Y mientras le iba dorando una a
una las tostadas a Hombre Macho, mientras picaba cebollas y maceraba tomates,
mientras revolvía los huevos con trocitos de jamón artesanal y embadurnaba sus
labios con lustrosa miel de abejas, lo miraba fijamente. De repente, se paró
delante de él con un aire codicioso, y con arresto, como si hubiera entendido
el teorema de Pitágoras, le dijo: Quiero una Toyota Sahara 2012, automática,
timón en madera multifuncional con mandos de audio, techo corredizo eléctrico,
regulador de velocidad, GPS, doble tanque de gasolina, portamaletas en el
techo, tercera fila de sillas, 8 air bags, dirección hidráulica, estribos,
motor de 4000cc, 6 cilindros en V, 24 válvulas, sillas de cuero, calefacción
interior, doble aire acondicionado, sistema de audio de 6 discos compactos,
lámparas frontales ajustables, bomper de lujo, luces de xenón, nevera, alarma,
bloqueo central, sensores de parqueo adelante y atrás, lava farolas, vidrios
con programador de cierre, llantas anchas de rin 18, velocidad de crucero,
espejos eléctricos con control, gaveta de maquillaje, porta gafas, vidrios
opacos y blindaje.
Hombre Macho se quedó
mirándola asombrado, y como si también hubiera comprendido el teorema de
Pitágoras, le dijo: yo quiero mi desayuno.
cuentosdeBCRamos.
Joan Miró. Hombre y mujer frente a un montón de excrementos.
excelente quiero una toyota sa hara
ResponderEliminarAme este cuento. Tanta realidad en la ficción asusta y da gracia. Excelente Berthis.
ResponderEliminarCualquier parecido con la realidad es realidad pura. Me encanta que te encante Sofis.
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