Muchas veces en el silencio de una hondonada
Oigo (o deseo oír, no lo sé)
La caída de un cuerpo entre las ramas. Larga y lenta
Es esta caída ciega; que ningún grito
Viene nunca a interrumpir o a acabar.
Pienso entonces en las procesiones de la luz
En el país sin nacer ni morir.
Traducción de Alejandra Pizarnik e Ivonne A. Bordelois.
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