sábado, 28 de abril de 2012

Haiku. De Onitsura.

Obedecemos.
Mudas hablan las flores
al fondo del oído.

De Borges. El Centinela.

Entra la luz y me recuerdo; ahí está.
Empieza por decirme su nombre, que es (ya se entiende) el mío.
Vuelvo a la esclavitud que ha durado más de siete veces diez años.
Me impone su memoria.
Me impone las miserias de cada día, la condición humana.
Soy su viejo enfermero; me obliga a que le lave los pies.
Me acecha en los espejos, en la caoba, en los cristales de las tiendas.
Una u otra mujer lo ha rechazado y debo compartir su congoja.
Me dicta ahora este poema, que no me gusta.
Me exige el nebuloso aprendizaje del terco anglosajón.
Me ha convertido al culto idolátrico de militares muertos, con los que acaso no podría cambiar una sola palabra.
En el último tramo de la escalera siento que está a mi lado.
Está en mis pasos, en mi voz.
Minuciosamente lo odio.
Advierto con fruición que casi no ve.
Estoy en una celda circular y el infinito muro se estrecha.
Ninguno de los dos engaña al otro, pero los dos mentimos.
Nos conocemos demasiado, inseparable hermano.
Bebes el agua de mi copa y devoras mi pan.
La puerta del suicida está abierta, pero los teólogos afirman que en la sombra ulterior del otro reino estaré yo, esperándome.

miércoles, 25 de abril de 2012

De Romulo Bustos. Consejo.

Elegir con cuidado un punto del aire
Cubrirlo con el cuenco de ambas manos
Arrullarlo
Irlo puliendo en su silencio
Piensa en Dios cuando construyó
su primer caracol o su primer huevo
Acerca el oído para escuchar cómo late
Agítalo para ver si responde
Si no puedes con la curiosidad
haz un huequito para mirarlo adentro
Nada verás. Nada escucharás
Has construido un buen vacío
Ponlo sobre tu corazón y aguarda confiado
el paso de los años.

martes, 24 de abril de 2012

De Gustavo Tatis Guerra. Epicuro blasfema al atardecer.


Me sobrecogen los atardeceres. Pienso en la tragedia humana, en los desatinos de las guerras y me intriga la ineficacia de los ángeles. Esplende la rosa sin su espina. No esplende la vida sin la muerte. No esplende el hombre sin su infierno. ¿Entonces qué hay en la mirada de Dios? Si él puede hacer invisible y desaparecer el mal, por qué no lo hace? Si puede y no quiere, entonces es un malvado. Si quiere y no puede, es además de malvado, impotente. Me resisto a ver perder la luz dorada que se eleva y se disipa entre un cielo oscuro.
Fotografía: María Camila Ramírez. Punta del Este, Uruguay.

sábado, 21 de abril de 2012

DE LO QUE HABLA.



"Si no te ha sorprendido nada extraño durante el día, es que no ha habido día." John Archibald.
Carretera entre Bucaramanga y Zapatoca. Colombia

viernes, 20 de abril de 2012

De Andrea Cote. Un rincón para quedarse.

Ya no requieras, María,
el alma de las cosas desprovistas,
que no son más que huesos de esta casa muerta.

No busques el vacío de tu cuerpo en las paredes
que no saben de ti
que por ti no preguntan;
ni tampoco cicatrices en el aire
de azul embalsamado
que sólo está aquí como prueba de un cielo abolido.

El paisaje es todo lo que ves,
pero que no sabe que existes,
así como estas cosas que nada contarán de ti,
de tus heridas.

Acuérdate, María,
que tú eres la casa y las paredes
que viniste a derrumbar
y que la infancia es territorio
en que el espanto anhela
no sé qué oscuro rincón para quedarse.

De Blanca Varela. Historia.

puedes contarme cualquier cosa
creer no es importante
lo que importa es que al aire mueva tus labios
o que tus labios muevan el aire
que fabules tu historia tu cuerpo
a toda hora sin tregua
como una llama que a nada se parece
sino a una llama


miércoles, 18 de abril de 2012

De Antonio Gamoneda.

Te beberé el cabello
y cerraré los ojos.

Tú seguirás manando
tu cabello
turbio de besos.

De Gianni Siccardi. Mi habitante.

Mi habitante
mi sed
mi levadura
mi hambre elemental.
Mi llave
mi hospedaje
mi visitante
mi espejo
mi señal de humo
mi séptimo sentido
mi fósforo en la noche
mi abrigo
mi relámpago
mi escondido rincón
mi talismán
mi susurro incesante
mi incienso
mi plegaria.
Mi tatuaje indeleble
mi paisaje
mi tierra natural
mi madrugada insomne
mi brasa palpitante
mi aldea sublevada
mi íntimo huracán
mi intemperie insaciable
mi casa errante
mi miel suntuosa
mi ávido panal
mi frenético instante
mi eternidad
mi sueño y mi vigilia
mi hondo gemelo
mi ser humano
mi mujer.
Aunque los dos sabemos
que no es esto
o no sólo es esto
lo que quiero decir.

De Fernando Pessoa. Pero yo en cuya alma...

Pero yo, en cuya alma se reflejan
Las fuerzas todas del universo,
En cuya reflexión emotiva y sacudida
Minuto a minuto, emoción a emoción,
Cosas antagónicas y absurdas se suceden:
Yo el foco inútil de todas las realidades,
Yo el fantasma nacido de todas las sensaciones,
Yo el abstracto, yo el proyectado en la pantalla,
Yo la mujer legítima y triste del Conjunto,
Yo sufro ser yo a través de todo esto como tener sed, pero
    no de agua.

DE FOTOGRAFÍAS Y TEXTOS


"Deja que la soledad haga su trabajo." Harold Alvarado Tenorio
Fotografía: Mauricio Ramírez. Mt Bromo, Indonesia.

viernes, 6 de abril de 2012

De Roberto Juarroz. Poesía vertical. 52

No debiera ser posible
dormirse sin tener cerca
una voz para poderse despertar. 
No debiera ser posible
dormirse sin tener cerca
la propia voz para poderse despertar. 
No debiera ser posible
dormirse sin despertar
en el momento justo en que el sueño se encuentra
con esos ojos abiertos
que ya no necesitan dormir más.

De Julia Otxoa. Todos los trajes de la muerte.

La vida es insoportable
sobre las cenizas de las víctimas.

 No me hables de los héroes,
he visto todos los trajes de la muerte,
la sombra de la sangre derramada
es siempre imborrable y única.
Miro nuestra casa
y sólo veo fantasmas.

De Sophia de Mello Breyner Andresen. Dame un día Blanco...

Dame un día blanco, un mar de belladona
Un movimiento
Entero, unido, adormecido
Como un solo momento.


Yo quiero caminar como quien duerme
Entre países sin nombre que fluctúan.
Imágenes tan mudas
Que al verlas me parezca
Que cerré los ojos.

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