sábado, 19 de enero de 2013

De HÉCTOR ROJAS HERAZO. Nocturno resplandor.

De repente 
en lo más profundo y desasido del sueño 
un relámpago me ilumina y me divide, 
me ciega totalmente con su harina temible. 
Estupefacto miro en mi derredor, 
me llamo, me busco deslumbrado. 
No estoy. Me siento sobre el lecho. 
Unas alas apagan mis valles de alegría.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...