Me están
dictando cosas,
pero no desde
otro mundo u otros seres,
sino, más
humildemente, desde adentro.
Pero ¿quién está
adentro,
además de estar
yo?
¿O tal vez no
estoy yo
y he dejado mi
lugar
para que otro me
dicte?
Si esto es así,
no importa que
el dictado
no lo comprenda
nadie.
No importa ni
siquiera
que lo comprenda
yo.
Ser no es
comprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario