Ocurrió que una
pareja llegó de Buenos Aires con traza de intelectuales, un montón de
instrumentos musicales y tres libros. Pero, desde que desempacaron en un pueblo
caluroso del Caribe, la gente se puso alerta. Supieron que él se llamaba Genaro
Vari y al poco tiempo lo tildaban de satánico, criogénico y neonazi. Hasta
dijeron que se trataba de un vampiro por causa de sus colmillos afilados y su
semblante siniestro, y afirmaban con certeza que Vari era un arribista, y su
pálida mujer una varita de mierda. Vari tiene una barriga prominente, y de
tanto que ha hecho alarde de sus ancestros romanos ahora lo llaman doctor. Sin
embargo, los vecinos lo mantienen a distancia porque habla de su gusto por la
ópera y la gastronomía francesa, pero al pasar por su casa resuenan las
melodías arrabaleras y se siente el olor de la manteca con que su mujer sofríe
asaduras y criadillas. A veces Vari se embriaga y zarandea un bandoneón
mientras grita en una jerga chabacana y le da por manosear el cuerpo de la
muchacha del servicio. Sólo el cuerpo. Porque es fiel a la cabeza de su
mujer, que es quien escribe la columna de opinión que publica Vari mensualmente. Al
presente son el centro de la actividad intelectual de la ciudad, pero por mucho
que presumen, cuando comparten el mate con amigos ellos limpian la boca de la
bombilla y no le creen ni una palabra a la varita de mierda.
cuentosdeBCRamos. Del libro Palabras Pesadas.
Pablo Picasso, Pareja 1
Qué bueno volver a leer tus cuentos de La torre de Pompeya!!! Además adornados con esas obras que no sé como haces para encontrarlas tan precisas.
ResponderEliminarPara mi también fue bueno volver, espero que esta vez haya sido para concluir. Ahh, y las imágenes se ofrecen voluntariamente, jeje.
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