lunes, 11 de junio de 2012

De Margaret Atwood. Pequeños poemas para el solsticio de invierno.

2
La caída libre
es caer, pero al menos es
libre. Ni siquiera sé
si salté o me empujaron,
pero no importa ahora
que estoy aquí arriba. No hay alas
ni red, pero por un instante
hay una magnífica
vista: el mar,
una línea de olas, acantilados pardos
con mechones de maleza, tu cara
vuelta hacia arriba, un cero blanco.
Ojalá supiera
si vas a cazar o sólo a mirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...