“Mi
camino no es una espiral, también en esto me engañé, sino giros irregulares,
unas veces bruscos y breves, como valseando, otras de una amplitud de parábola,
abarcando turbas enteras, y otras entre las dos, en alguna parte, y orientados
invariablemente no importa cómo, según el pánico del momento.”
De Samuel Beckett en El Innombrable.
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