martes, 27 de octubre de 2020

HOMBRE MACHO. Bertha C. Ramos

 


HOMBRE MACHO

En el futuro Hombre Macho no sabrá si es un hombre o es mujer. Habrá días en que implorará a los dioses sabiduría para entender si su envidia imperecedera y su obsesión por el olor dulzón y fuerte del comino son menesteres de hombre, y serán esas deidades las que tendrán que persuadirlo de que un hombre no es más hombre por negarse a diferenciar el cuerpo de una mujer de un cuenco aborigen, o de cualquier objeto insustancial. En el futuro Hombre Macho no entenderá de supremacías ni dominancias, y si llegara a saberlo se sabría domesticado. Ya no hablará de tiempos lineales o circulares, porque habrá comprendido que el tiempo es como un asteroide reflejado en la cabeza de un alfiler. No sabrá si cuando ame cualquier cosa que no sea mujer, incluso a sí mismo, seguirá siendo nombrado hombre. Abrirá todas las puertas y ventanas de su casa para que de algún valle sagrado en África o en la India, el viento traiga semillas que serán llamadas hijos y que apellidará orgullosamente para vincularlos a su estirpe. En algún calendario de un sol ya moribundo los dioses se negarán a decretar qué significa masculino, y él tendrá que descubrirlo como debió suceder desde el principio. Entonces se atribuirá una virilidad que nunca tuvo, y ocultará con insolencia las ternezas que lo comandan furtivamente. Aun así, en la incertidumbre lo sorprenderá la hidalguía de su carne irguiéndose porfiada de madrugada, aunque en el fondo sospechará que mil millones de erecciones no serán definitivas de su género.

En el futuro Hombre Macho no sabrá si es un hombre o una mujer. Acabará por sentarse en los bordillos a comerse las uñas y a espiar desesperadamente a Mujer Hembra.

Fotografía: Bertha C Ramos. Buenos Aires. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario