martes, 16 de junio de 2020

TRES DESEOS FRENTE AL MAR. Bertha C Ramos.


Bajo el sol de un mediodía de domingo, cuando en la playa sucede una fusión de resplandores, cuatro niñitas estaban echadas sobre la arena mientras miraban el mar. Soportaban la canícula formulando sus deseos y chupando un pirulí. Ana Rosa quería ser misionera franciscana, Josefina contemplaba la osadía de besarse con un negro, y Marianela, que era miope, deseaba una colección de gafas multicolores para ver con claridad aquello que sucediera en la línea del horizonte. Catalina no sabía de deseos, de manera que ella estaba ensimismada imitando la tonada de las olas al reventar en la arena. Fue entonces cuando habló el mar sorpresivamente. Y así como hablan los hombres, con total autoritarismo, les juró que él tenía poder para conseguir que sus caprichos se cumplieran.
Ana Rosa, Josefina y Marianela se casaron hace años, y permanecen encerradas por haber desarrollado una reacción casi mortal a los crustáceos, camarones y moluscos, a cangrejos, calamares, ostras, vieiras y centollas. Catalina vuelve los domingos a la playa, y bajo el sol del mediodía, cuando ocurre una fusión de resplandores, se acuesta sobre la arena soportando la canícula mientras chupa un pirulí lúbricamente.

Paul Émile Chabas, Dos Bañistas.
cuentosdeBCRamos, 

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