viernes, 18 de febrero de 2011

De Harold Alvarado Tenorio en el Carnaval de las Artes.

PROVERBIOS
No hables.
Mira cómo las cosas a tu alrededor se pudren.
Confía sólo en los niños y los animales
y de los ancianos aprende el miedo de haber vivido demasiado.
A tus contemporáneos pregunta sólo cosas prácticas
y comparte con ellos tus fracasos, tus enfermedades,
tus angustias, pero nunca tus éxitos.
De tus hermanos ama el que está lejos
y teme al que vive cerca.
A tus padres nunca preguntes por su pasado
ni trates de aclarar con ellos tu niñez y juventud.
Con tu patrón no hables, escríbele y nunca le cuentes
tus planes futuros y miéntele respecto a tu pasado.
Ama a tu mujer hasta donde ella lo permita
y si llegas a tener hijos, piensa que,
como en los juegos de azar,
podrás ganar o perder.
El destino no existe.
Eres tú tu destino.
Y si llegas a la vejez
da gracias al cielo por haber vivido largo tiempo,
pero implora con resignación por tu pronta muerte.
Los que no tenemos dinero ni poder
valemos menos que un caballo,
un perro,
un pájaro o una luna llena.
Los que no tenemos dinero ni poder
siempre hemos callado para poder vivir largos años.
Los que no tenemos dinero ni poder
llegados a los cuarenta
debemos vivir en silencio
en absoluta soledad.
Así lo entendieron los antiguos,
así lo certifica el presente.
Quien no pudo cambiar su país
antes de cumplir la cuarta década,
está condenado a pagar su cobardía por el resto
de sus días.
Los héroes siempre murieron jóvenes.
No te cuentes, entre ellos,
y termina tus días 
haciendo el cínico papel de un hombre sabio.

5 comentarios:

  1. Que pena que ya llegué a los cuarenta, pero no vivo en soledad ni en perpetuo silencio.
    No tengo dinero ni nada que dar pero creo que valgo más que un caballo, si me despresan podrán vender los riñones a buen precio(bromas).

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Un poema amargo donde los haya, cuyo duro alegato bajo la forma de proverbios, desgraciadamente está en el corazón de muchas personas sin esperanza ni futuro.

    Lo peor es que ni siquiera despues de haber conseguido sobrevivir, al pobre, se le reconoce la mínima sabiduría de la experiencia.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. El poema de un hombre que asume el costo de su encarnación.
    Saludo y abrazo.

    ResponderEliminar
  4. De acuerdo totalmente con los comentarios anteriores, seguramente el costo de cómo interpreta lo que le ha tocado vivir, que no es la interpretación de todos...afortunadamente.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...