Hemos hallado un
puente que nos desanda,
un puente para desandarnos
y volver a lo que nunca fuimos,
a tu mirada sin ti,
a mi suela clavada en un agua
que no permite hundirse,
a esa mano que sirvió de bandera
cuando cayeron todas las banderas,
al bloqueo taciturno y celeste
de la muerte que vuelve de la muerte.
Un puente movedizo,
desde un punto cualquiera en el que somos
algo más o algo menos que imposibles,
hasta un punto cualquiera de no sernos
o de ser sólo un punto.
Debajo corre el tiempo sin porciones esdrújulas,
el tiempo que desangra a la memoria,
el tiempo que se piensa a sí mismo
en la métrica de un poema sin tiempo.
Hemos hallado el puente hecho de agua.
un puente para desandarnos
y volver a lo que nunca fuimos,
a tu mirada sin ti,
a mi suela clavada en un agua
que no permite hundirse,
a esa mano que sirvió de bandera
cuando cayeron todas las banderas,
al bloqueo taciturno y celeste
de la muerte que vuelve de la muerte.
Un puente movedizo,
desde un punto cualquiera en el que somos
algo más o algo menos que imposibles,
hasta un punto cualquiera de no sernos
o de ser sólo un punto.
Debajo corre el tiempo sin porciones esdrújulas,
el tiempo que desangra a la memoria,
el tiempo que se piensa a sí mismo
en la métrica de un poema sin tiempo.
Hemos hallado el puente hecho de agua.
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