A veces suelo
sentirme como un pedacito de caca en medio de una bandeja de bombones. En esos
momentos, he buscado refugio entre aquellos que alguna vez dijeron que me
amaban y a quienes he amado. Yo y mis preguntas molestas, yo y mis afectos
tajantes, yo y mi destino insalvable: un trivial y perfumado pedacito de caca.
En ocasiones me he atrevido a buscar a quienes muchas veces dijeron no amarme y
a quienes no quise jamás. Yo y mi incómoda presencia, yo y mi espíritu
indeseable, yo y mi palabra grotesca. Extrañamente, entre ellos, he sido
fugazmente un pedacito de caca feliz.
cuentosde BCRamos. Del libro Palabras Pesadas.
Grant Wood, Daughters of the revolution
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