53
Vagamos en la inconsistencia,
pero hay ciertos abandonos en lo consistente,
ciertos repliegues de lo neutro a lo que no lo es,
ciertas caídas a la densidad
que dormita en las cosas,
en que nos arrebata el vértigo de no ser nada.
Es entonces cuando nace
la más perentoria sensación
que puede experimentar un hombre:
existe un hueco que hay que llenar.
Así suele cambiar a veces una vida
y convertirse en su propio revés.
Hasta que surge en el hombre
una sensación todavía más irreversible:
existe un hueco que hay que vaciar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario