En la quietud frente a la ventana vacía
me siento a meditar de manera formal,
vistiendo mi túnica de monje.
Ombligo y nariz alineados,
orejas paralelas a los hombros.
La luz lunar ilumina la habitación;
ha dejado de llover pero los aleros gotean
y gotean.
Momento perfecto...
En la inmensidad del vacío
mi entendimiento se profundiza.
De Gotas de rocío sobre una hoja de loto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario