Expectantes palabras, fabulosas en sí, promesas de sentidos posibles, airosas, aéreas, airadas, ariadnas.
Un breve error las vuelve ornamentales. Su indescriptible exactitud nos borra.
Reunión | Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante, un estrépito tenue, un oral arcoíris de posibles oh leves leves disidencias leves, érase el pro y el contra, el sí y el no, multiplicados árboles con voz en cada una de sus hojas.
Ya nunca más, diríase, el silencio. |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario