Se cerró el sol, se cerró el sentido del sol, se iluminó el
sentido de cerrarse.
Llega un día en que la poesía se hace sin lenguaje, día en
que se convocan los grandes y pequeños deseos diseminados en los versos, reunidos
de súbito en dos ojos, los mismos que
tanto alababa en la frenética ausencia de la página en
blanco.
Enamorada de las palabras que crean noches pequeñas en lo
increado del día y su vacío feroz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario